¿Por qué hay más tormentas eléctricas en verano? Causas, efectos y cómo protegerse

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Las tormentas eléctricas en verano: un fenómeno frecuente y potencialmente destructivo

Durante el verano, las tormentas eléctricas son más frecuentes debido a las condiciones atmosféricas propias de esta estación. Las altas temperaturas permiten que la atmósfera acumule mayor humedad, un factor esencial para la formación de nubes cumulonimbus, responsables de los rayos y truenos.

El suelo, al calentarse por la radiación solar, eleva el aire caliente y húmedo que al encontrarse con capas superiores frías genera inestabilidad atmosférica. Si este ascenso es forzado por un frente o una cordillera, la formación de tormentas se intensifica, dando lugar a descargas eléctricas de gran potencia.

En el interior de las nubes, las partículas de agua y hielo colisionan generando cargas eléctricas. Cuando se desequilibran, se produce la descarga en forma de rayos. Aunque solo un 10 % alcanza el suelo, su efecto puede ser devastador.


¿Cómo se forman los rayos?

El rayo es una poderosa descarga natural de electricidad estática, producida durante una tormenta eléctrica, que genera un pulso electromagnético. En condiciones normales, existe en la atmosfera un equilibrio entre las cargas positivas y negativas.

  1. Durante la formación de un cumulunimbus, se produce un aumento de la ionización y se genera una diferencia de potencial entre nube y tierra, que da lugar a pequeñas descargas.
  2. A medida que el campo eléctrico va en aumento, el trazador descendente va rompiendo el campo dieléctrico del aire.
  3. En última instancia, este consigue romper las capas del campo dieléctrico del aire e impacta con el trazador ascendente de la superficie.

¿Con qué frecuencia se producen tormentas eléctricas?

Las tormentas eléctricas son un fenómeno común: se estima que se producen más de 16 millones al año a nivel mundial. En España, su incidencia se intensifica en verano, especialmente entre junio y septiembre, siendo agosto el mes con mayor actividad. Según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), cada año se registran entre 1,5 y 2 millones de rayos en territorio nacional. Estas tormentas suelen formarse por la tarde, en las horas más cálidas del día, cuando las condiciones atmosféricas favorecen el desarrollo de nubes de gran desarrollo vertical.

La distribución geográfica de las tormentas en la península ibérica no es uniforme. Las regiones montañosas, como los Pirineos o el sistema Ibérico, registran una mayor frecuencia de tormentas debido al efecto orográfico: el relieve obliga al aire cálido y húmedo a ascender, provocando inestabilidad y facilitando la formación de cumulonimbos. También el interior peninsular, como Castilla-La Mancha o Aragón, presenta una elevada incidencia, mientras que, en las zonas costeras, aunque menos frecuentes, las tormentas pueden formarse cuando coinciden altas temperaturas y humedad.

Este patrón hace que muchas instalaciones, tanto urbanas como rurales, estén expuestas a los riesgos asociados a estos fenómenos. Por eso, en un país con una actividad tormentosa significativa como España, contar con sistemas de protección frente al rayo y las sobretensiones es una medida de seguridad cada vez más necesaria.


Los efectos destructivos del rayo

Los efectos del rayo suponen un peligro importante para personas, bienes, equipos y estructuras, por lo que es necesaria su protección.

Consecuencias catastróficas para personas o animales.

El paso de una corriente de una cierta intensidad durante un corto plazo de tiempo es suficiente para causar electrocución y graves quemaduras en el sujeto en cuestión, llegando a provocar su muerte.

Cuantiosas pérdidas económicas:

  • Daños en edificios: El impacto directo de un rayo provoca danos en las estructuras (edificios, antenas de telecomunicaciones, industrias, campos fotovoltaicos, etc.).
  • Incendios: La formación de chispas y la disipación de calor por efecto Joule pueden llegar a provocar incendios.
  • Destrucción de equipos / interrupción de servicio: El impacto indirecto de un rayo genera sobretensiones que dañan los equipos conectados a la red eléctrica, red telefónica, red Ethernet, etc.

¿Está tu instalación realmente protegida?

Ante este riesgo creciente, contar con sistemas de protección contra el rayo y las sobretensiones es fundamental. En Cirprotec, somos especialistas en soluciones que garantizan seguridad, continuidad de servicio y cumplimiento normativo.

Con la temporada de tormentas en marcha, es el momento ideal para revisar, actualizar o implementar un sistema de protección eficaz.

Descubre nuestras soluciones de protección contra el rayo y las sobretensiones

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